Sapo marino

El sapo marino (Marina de Rhinella) es uno de los anfibios terrestres más grandes del mundo. Originario de América Central y del Sur, puede alcanzar de 15 a 25 cm y pesar hasta 1 kg para los ejemplares más grandes.

La especie está clasificada como de preocupación menor (LC) por la UICN porque se ha extendido ampliamente más allá de su área de distribución nativa. Este éxito se explica por su extraordinaria capacidad de adaptación. De hecho, el sapo marino soporta tanto las zonas húmedas como los ambientes más secos. Solo necesita un pozo de agua para reproducirse.

Su piel gruesa y granular lo protege de los depredadores y la deshidratación. Durante el día, se esconde en la vegetación, bajo troncos o madrigueras, y sale por la noche para alimentarse.

Consume insectos, gusanos, pequeños invertebrados e incluso puede tragarse pequeños mamíferos o aves si se presenta la oportunidad. Esta voracidad lo convierte en un excelente regulador en su entorno natural.

El sapo marino produce una poderosa toxina secretada por sus glándulas parotoides ubicadas detrás de los ojos. Inofensiva para los seres humanos si no se manipula con las manos desnudas, esta sustancia es peligrosa para muchos depredadores naturales. Este es uno de los secretos de su gran éxito ecológico.

En el zoológico de Guadalupe, se presenta en el espacio de pequeños invertebrados y anfibios, junto a Amblipigia, de Achatina y otras especies tropicales. Es un animal que los visitantes suelen observar por la noche, ya que es más activo por la noche.