
Escorpión látigo sin cola
Amblypygi

El Escorpión látigo sin cola en el zoológico de Guadalupe
El Escorpión látigo sin cola (Amblypygi) es un arácnido fascinante y desconocido. A menudo confundido con una araña o un escorpión, en realidad pertenece a un orden muy distinto.
Se encuentra principalmente en las selvas tropicales, escondidas en áreas oscuras y húmedas: debajo de la corteza o en cuevas. Estos lugares le ofrecen frescura, protección y una buena cobertura para sorprender a sus presas. La Escorpión látigo sin cola es nocturna. Pasa el día inmóvil y sale a cazar al caer la noche.
Tiene un cuerpo plano, dos antenas táctiles largas en forma de látigo y grandes patas delanteras que utiliza como radares. Sus potentes pinzas le permiten capturar con precisión insectos o pequeños invertebrados. Esta particular morfología lo convierte en un depredador ágil y muy bien adaptado a la vida en la maleza tropical.
Después del apareamiento, la hembra lleva los huevos a un saco ventral hasta que eclosionan. Las crías permanecen fijas en su espalda hasta que mudan por primera vez. Esta estrategia aumenta considerablemente sus posibilidades de supervivencia en un ambiente denso y húmedo.
La Escorpión látigo sin cola es poco conocida por el público en general. Sin embargo, desempeña un papel importante en la regulación natural de las poblaciones de insectos. En el zoológico de Guadalupe, esta discreta especie se presenta al lado del insectario Achatina Y Fasmas endémico.
La Escorpión látigo sin cola no se considera amenazada a gran escala y no está clasificada en la lista roja de la UICN. Sin embargo, la deforestación y la alteración de su hábitat natural pueden reducir sus poblaciones a nivel local. Su observación en un entorno preservado es, por lo tanto, un buen indicador de la salud del ecosistema forestal.














Quelques anecdotes

Un depredador sin veneno
El Escorpión látigo sin cola es un animal impresionante, pero No pique y No muerdas. Sus largas patas en forma de látigo son, de hecho, órganos sensoriales muy sensibles que le permiten detectar la más mínima vibración. Esta particularidad lo distingue de la mayoría de los arácnidos, que utilizan el veneno para neutralizar a sus presas.

Asombrosa comunicación táctil
Los Escorpión látigo sin cola usan sus largas antenas de látigo para comunicarse entre sí. Antes de aparearse o cuando se cruzan en su territorio, se «tocan» delicadamente con estos apéndices. Este comportamiento táctil, poco frecuente en los arácnidos, atestigua una forma sutil de comunicación.
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